domingo, 1 de enero de 2012

Shibari Kinbaku (parte IV): El Camino del Aprendizaje

Este artículo esta dedicado a la memoria de mi querido Kurt Walter Fisher(1953-2011). Alguien que siempre me brindó una profunda y generosa amistad y de la mano de aquél quien supo guiarme hábilmente en el mundo del Shibari/Kinbaku hasta llegar a conocer a quien hoy es mi Sensei: Osada Steve

Copyright 2012 por Tsubaki. Todos los derechos reservados.
Prohibida su reproducción total o parcial en cualquier otro medio sin autorización de la autora.

Kurt y Osada Steve 2011 (Tentesion -Rosas5 Barcelona-)



“Personas capaces de enseñar diseños de ataduras y nudos, encontrarás varias … pero sólo unas pocas serán capaces de brindarte la libertad de tu propio camino sin proponerte que los imites”

Existe una fuerte tradición en la cultura japonesa en cuanto a las relaciones entre los Maestros (Sensei) y los discípulos o estudiantes (deshi o seito). Esta milenaria tradición está presente, definiendo la esencia, y armonizando el fluir de la energía en varias artes marciales, con su filosofía, sus códigos, sus rituales, tal como mencionáramos en el primer artículo: Shibari Kinbaku como Ritual: Protocolo para Espectadores y Atados (Parte I)
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En esta oportunidad, y dada la importancia que esta armonía (wa) representa para el Kinbaku como un todo, nos interesará tocar el tema del camino del aprendizaje del Shibari Kinbaku (tanto autodidacta como de la mano de un Maestro), así como también analizar la relación y los intercambios de energía y de sensaciones que existen entre el Sensei de Shibari y su discípulo, desde la óptica de los rituales y protocolos.
Dado que el Shibari Kinbaku actual tiene reminiscencias de las antiguas artes marciales japonesas (hoshu hojojutsu), analizaremos un poco los caminos de aprendizaje de estas. En las artes marciales tradicionales existen torneos y exámenes que demuestran la sapiencia del alumno. A medida que va obteniendo mas conocimientos y destrezas, va subiendo de rango y esto se refleja no sólo en en el color de su cinturón, sino también en sus responsabilidades. En las prácticas de Shibari Kinbaku no existe este tipo de torneos ni de exámenes en los que quede demostrado el avance del aprendizaje. Los Sensei que han existido intentando trasmitir este tipo de conocimientos han sido escasos. El arte de las ataduras japonesas ha comenzado a despegarse de ser una disciplina adicional dentro las tradicionales artes marciales japonesas, a proponerse como una actividad con entidad propia, orientada hacia el erotismo.
La historia del Kinbaku es el reflejo de la historia de la cultura japonesa: siglos de aislamiento del resto del mundo, su pasado violento y feudal, su historia en artes marciales, su sofisticado arte orientado hacia las bellas formas y diseños, su religión tolerante hacia la sexualidad y una misteriosa alquimia que ha logrado fusionar todos estos aspectos. Japón es una nación mayoritariamente Sintoísta en la que el acto de atar (shibari) es un acto sagrado. Todo lo sagrado es enaltecido al ser atado con nawa. Lo que esta dentro de la atadura con nawa es sagrado. El japonés demuestra su respeto al atar con nawa y desde el punto de vista sintoísta, convierte en sagrado todo lo que ata. El abrazo de la cuerda es siempre un acto de amor y es un modo que tiene el atador de conectarse con lo divino.
Como hermosamente nos explica el Sr MasterK en su obra “The Beauty of Kinbaku“, el Shibari Kinbaku como arte de ataduras japonesas con fines eróticos, nace de la mano de Ito Seiyu(1882-1361) a partir de 1923 con la creación y publicación de su serie de fotografías “Women in Snow” que captan hermosamente la belleza del dolor de Kiseko. Los grandes Maestros que lo siguieron en este arte fueron Minomura Kou (1920-1984) una de las personas mas versátiles dentro del mundo del Kinbaku. Como Bakushi su singular estilo se caracterizaba por lograr posturas muy vergonzosas y humillantes (shuuchi) con la utilización de sólo cinco cuerdas. También era artista, dibujante, escritor y creador de una de las publicaciones más importantes del SM japonés -Uramado- en 1956. Utilizaba distintos nombres entre ellos, Kita Reiko. Nureki Chimuo (nacido en 1930) fundador de lo que fue la Kinbakubi Kenkyu Kai o Kinbiken Society (Sociaty for Reaserching the Beauty in Bondage Art) desde 1985 hasta 1996 junto con el talentoso fotógrafo Akio Fuji. Tsujimura Takashi (1921-1987) -bakushi que hizo de Kinbaku Sensei en películas como “Tokugawa Onna Keibatzu-shi“, “Zankoky-Ijou-Gyakutai Monogatari: Genroku Onna Keizu” y “Tokugawa Irezumi-shi Semu Jigoku“. Desde 1950 a 1960 se considera la edad de oro de las revistas dedicadas al SM japonés. Las revistas eran Kitan Club Uramado. En ellas se publicaban fotografías y espléndidos dibujos de sus ataduras y relatos inspirados en el arte de estos grandes maestros. Por ejemplo, fue en la Kitan Club durante el año 1952, cuando se utilizó por primera vez el término “Kinbaku” (緊縛) para describir las sofisticadas y eróticas ataduras japonesas.
Entre 1960 y 1970, la publicación artística relacionada al SM en general sufrió una fuerte censura en Japón. Ya más contemporaneamente, podemos encontrar la segunda ola de revistas SM publicadas entre 1970 y 1980 que incluían entre ellas a SM CollectorSM SelectSM KitanSM ManiaSMFan, SM Sniper, SM Spirit y SM King.
En esta nueva ola Nureki Chimuo comenzó a utilizar su nuevo nombre artístico: Toyo Kanichiro. Se seguían viendo trabajos de Minomura Kou y se agregaron nombres nuevos como Osada Eikichi (長田英吉)(1925-2001) -quien fuera reconocido como padre del Kinbaku escénico a partir de 1960-, Yukimura Haruki (nacido en 1948) líder en técnicas de ataduras de piso (newaza), Arisue Go (nacido en 1954) -gran bakushi y autor del libro “Jissen Kinbaku Shibari Kata Kyoshitsu“, Urato Hiroshi -destacado bakushi que hizo de Kinbaku Sensei en hermosas y tradicionales películas como “Hana to Hebi” (Flower and Snake) y “Ikeniie Fujin” (Wife to be Sacrificed)- y Akechi Denki (明智伝鬼)(1940-2005) destacado por sus legendarios anteojos negros y sus asombrosas técnicas de suspensión. Se lo ha considerado como “el Mozart del mundo del Kinbaku“. Otra persona destacada e interesante de mencionar es Osada Steve (長田スティーブ), discípulo uchi deshi de Osada Eikichi (長田英吉) y único extranjero (gaijin) considerado Sensei por los propios japoneses.
Entre los bakushi más modernos se encuentran también las primeras mujeres: Sayaka, Kanou Chiaki, Kitagawa -san y Saotome Hiromi (quien ha innovado en técnicas de auto suspensión). Entre los hombres contamos con: Randa Mai, Marai Masato, Naka Akira, Mira Kurumi, K -san, Roppongi Kaoru, Arakawa Yasushi, Miura -san, Kazami Ranki y Dirty Kudo.
El Shibari Kinbaku es una práctica basada en las formas tradicionales japonesas de transmisión educativa, pero a la vez es una actividad con la flexibilidad y el permanente cambio que implica el estar amoldándose a los tiempos que corren y a los gustos de cada cual permanentemente. Actualmente esto ha llevado al Kinbaku a una etapa que contempla una exhibición orientada a lo artístico y una muy especial estética relacionada con los gustos sensuales de quienes disfrutan del arte de las cuerdas.
En el mundo del Kinbaku no existen los Maestros como en occidente podríamos interpretarlos ni como en las artes marciales tradicionales de contacto… Todos los interesados en el Shibari Kinbaku estamos inmersos en un camino sin fin en el que nunca dejamos de ser alumnos en constante aprendizaje. Lamentablemente en occidente, hoy en día cualquiera que lleva adelante un grupo de gente que se junta para “practicar cuerdas” se dice Maestro… El probelma es cuando intentan utilizar terminología japonesa para describir lo que allí se hace ya que esto puede considerarse una falta de respeto. Un Maestro de Shibari/Kinbaku sólo puede llamarse como tal sin hacer el ridículo, cuando puede acreditar que sus conocimientos tienen un linaje directo y puro con las enseñanzas de los Maestros japoneses. Cualquier occidental que se llame a sí mismo con el término de “bakushi” o “nawashi” o utilice terminología japonesa para describir sus prácticas con las cuerdas, corre el riesgo de hacer el ridículo siendo irrespetuoso con la cultura japonesa. Tomando todo esto en cuenta, un Maestro de Shibari/Kinbaku podría ser aquel que haya recorrido un camino de experiencias más largo que el de uno y que desee guiarnos, aceptándonos como discípulos. En la práctica, un Sensei (Maestro) es aquel que lleva adelante un ryu (escuela), un Kinbiken (grupo de estudio), un dojo (escuela), o un Studio, en donde todos aprenden, (incluso él mismo) canalizando los conocimientos y brindándolos a quienes lo considere oportuno.
Dadas estas características tan especiales sobre la forma de transmitir los conocimientos de las prácticas de Kinbaku es que percibimos sutiles pero esenciales diferencias entre las relaciones protocolares entre los Maestros de artes marciales de contacto (como el Judo, Aikido, Taekwondo, etc) con su alumnado y los Maestros de Shibari con sus alumnos. Considero que esto puede deberse a que estamos hablando de una técnica en la que las normas protocolares que se utilizan en los dojos y ryus tradicionales de artes marciales, se han ido flexibilizado y adaptado más a la forma de ser de cada Kinbaku Sensei en particular.
Desde mi humilde experiencia puedo decir que la instrucción del Kinbaku podría considerarse mucho más orientada hacia el amor, la energía, las sensaciones y la conexión emocional entre las partes involucradas. Las técnicas de ataduras milenarias (hoshu hojojutsu) de las que se desprendió este arte de ataduras eróticas, mantenían un estricto código bushido (bugei juhappan) que sigue conformando el protocolo militar de las artes marciales tradicionales. Sin embargo, el Shibari Kinbaku, suaviza este código orientándolo hacia lo espiritual, lo energético y la esencia. Es por esto que a pesar de tener las mismas exigencias de cortesía, respeto y sentido común (joshiki), sus protocolos de fondo se basan en fundamentos y valores mucho más espirituales que militares.

Cada significado oculta otro, desconocido para los de afuera e implícito para los japoneses
El camino del aprendizaje del Shibari Kinbaku es diferente para cada uno de acuerdo a lo que en principio le atrae de esta práctica. Para los propios japoneses, todo lo relativo a las ataduras tiene un trasfondo cultural milenario estrechamente relacionado con lo sagrado, el honor, la shuuchinawa (la humillación a través de las cuerdas), el poder, la wa (armonía), entrega, la semenawa (tortura a través de las cuerdas), exhibicionismo, etc. En las tradiciones budistas no existe la distinción entre el bien y el mal, el concepto de pecado, ni de pecado original, ni de culpa personal -tradicionalmente asociado al sexo en las culturas occidentales-. Mientras que la cultura occidental se basa en la culpa, la cultura japonesa no demoniza el sexo y se basa en la humillación frente al grupo.
El Shibari Kinbaku llega al mundo occidental como un bello arte erótico generalmente descontextualizado de todo aquello que por tradición cultural despierta en los japoneses. Para ellos, todo lo que existe esta conformado por el yin y el yang, dos energías aparentemente opuestas que son en realidad, complementarias. El yin es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad, lo bajo, el invierno. El yang es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad, lo alto, el verano. Ambos definen la dualidad de todo y a la vez existen dentro del otro. Su interacción mantiene al mundo en movimiento. Los orientales perciben todos sus actos (incluyendo el Kinbaku) embebidos constantemente por muchos tipos de energías.
Por supuesto que como occidentales con un trasfondo cultural judeo-cristiano basado en la culpa y la demonización del sexo, nunca podremos comprender en profundidad lo que sienten y perciben los japoneses al practicar o presenciar una sesión de Kinbaku… y esta bien que así sea, ya que cualquier arte se enriquece con miradas de diferentes extracciones culturales que aportan otros tipos de luz.
Para los occidentales, las ataduras han sido siempre un medio para la realización de algo más y no un fin en sí. En California comenzaron a publicarse revistas como Bizarre a partir de 1949 en las que se lucían fotografías de ataduras realizadas por John Willie alias John Alexander Scott Coutts. Sin tener una tradición cultural especialmente relacionada a las ataduras, los occidentales las hemos estado utilizando con meros fines de sujeción, restricción o confinamiento. Dentro del marco sexual occidental, las ataduras tienen fines mayormente restrictivos para poder realizar, luego, otro tipo de actividades. Estas “ataduras de cama” o “bondage” comenzaron a publicitarse con algunas figuras específicas como el spread-eagle y el hogtied.
Desde el punto de vista de algunos occidentales, la realización de un Shibari Kinbaku lleva demasiado tiempo. Tampoco terminan de comprender el fin de realizar semejantes diseños complejos de cuerdas, si no se propondrá alguna otra actividad sexual posterior. La respuesta a estas diferentes percepciones es sencilla: La esencia del Kinbaku es poder lograr la conexión emocional entre todos los involucrados; transmitir un abanico variado y excitante de energías y sensaciones tanto al atado como a los espectadores (o posibles espectadores) utilizando las cuerdas como medio y extensión de uno mismo durante toda la práctica. El Shibari Kinbaku bien practicado es una actividad intensamente rica y excitante en sí misma. Pero esto nunca dejará de ser algo difícil de conseguir para un occidental ya que en nuestra cultura las cuestiones energéticas no han sido muy estudiadas ni tomadas en cuenta, además de todos los trasfondos culturales ya mencionados y de que para la visión cultural occidental, la percepción de un nudo nunca dejará de tener una connotación negativa… algo que debe lograr superarse o desatarse. Para un occidental, los nudos simbolizan algo así como impedimentos o escollos en el camino.
El actual éxito mediático global que el Shibari Kinbaku comienza a tener como show de entretenimiento erótico “artístico y de buen gusto” para el ojo occidental, ha excedido ya el ambiente BDSM/Fetish para comenzar a mostrarse mas abiertamente en otras esferas. Muchos occidentales se ven atraídos al Shibari Kinbaku por la forma en que actualmente se esta mostrando como símbolo de erotismo sensual, artístico y digno de ser aplaudido. Es por esto que surge un gran número de personas interesadas solamente en “aprender la mayor cantidad de esos nudos y diseños japoneses“, para lo que sea que deseen montar luego.
Es común encontrar a estas personas muy preocupadas por intentar imitar los diseños básicos de ataduras y por aprender a realizar suspensiones simples y progresivas lo mas prontamente posible (porque son las suspensiones las que están de moda, brindan espectacularidad y atraen más). Cada cual es libre de tomar el camino que desee. Me he topado con atadores que se pasan mirando más las cuerdas y los nudos, que al propio atado, aunque según mi punto de vista, se están perdiendo de lo más interesante y especial del Kinbaku.
Hay gente que siente que el camino autodidacta va más con su estilo personal y que estarán a gusto sin una guía específica o con varias guías simultáneas y diferentes. Otros sienten más atracción por aprender a través de videos por Internet o tutoriales de nudos.
Existe una distinción entre las técnicas abiertas u obvias sobre la apariencia de las ataduras (omote waza) y las técnicas ocultas  o secretas sobre el know how (urawaza 裏技). En una convención popular que no esta escrita en ninguna parte y con la que sólo algunos están de acuerdo dice que
Cita:
“es necesario un determinado nivel de honor o de méritos para poder acceder a las técnicas ocultas o urawaza 裏技. Es sólo a través la aplicación de estas técnicas que se logra un auténtico Shibaki Kinbaku…”.
Entiendo que esta idea pueda fundamentarse en dos razones. Pensando positivamente puede ser que apunte a intentar evitar que ocurran accidentes serios en manos de improvisados. Por otro lado tampoco es menos cierto que para quien lo único que tiene es la técnica de sus nudos, que le copien la misma, es como robarle el todo.
Al mismo tiempo, se generan grupos de personas de distintos niveles de conocimiento de Kinbaku (al estilo nawakai) que gustan de reunirse habitualmente para practicar técnicas de ataduras libremente, a modo de prueba y error, e intercambian conocimientos sobre nudos, diseños o cuestiones de seguridad. Algunos otros se ven atraídos no sólo por las ataduras intrincadas que puedan encontrar en imágenes, sino también por lo cultural, espiritual y energético que hay detrás de ellas. Se suele decir que estos aspectos se transfieren mejor a través de alguien que realmente viva el Kinbaku. Son los que tienen estas inquietudes quienes sienten la necesidad de recurrir a la guía de algún Sensei que verdaderamente pueda porbar la pureza del linaje de sus conocimientos.
Cada cual toma el camino que va de acuerdo a su estilo y a su propia e íntima búsqueda.
Dos estadíos: Ser consciente, sin pensamientos para dar lugar a la intuición y la visión interna
A mi entender, desde mi experiencia personal, y desde el camino que he podido elegir con libertad, existen dos estadíos en el aprendizaje del Shibari Kinbaku. El primero, es aquel en el que no sólo buscamos practicar la técnica una y otra vez, hasta lograr sentirla parte de nuestros movimientos naturales (como si fuera un deporte); sino que además buscamos hacernos conscientes. Conscientes de las formas básicas de seguridad. Conscientes de lo que físicamente estamos provocando en el cuerpo de nuestro compañero atado. Conscientes del trasfondo cultural que conllevan muchos de estos diseños de ataduras y de su historia. Conscientes de que sin una guía adecuada no podremos evitar exponernos a cometer errores irreparables con respecto al bienestar del cuerpo de nuestros atados. Conscientes…
Sólo después de pasar por todos estos despertares de niveles de consciencia, es que uno puede finalmente acceder al segundo estadío en el que uno comienza a aprehender que lo fundamental y esencial del Kinbaku es el milagro del intercambio y flujo de energías dentro del triángulo atador/atado/posibles espectadores. Algunos a esta altura incluso comprenden que el honor y la belleza de sus ataduras nunca provienen de propuestas grandilocuentes y espectaculares…. Algunos menos llegan a comprender que como todo arte oriental para poder seguir creciendo, es necesaria la humildad, y que esto sólo se consigue dejando de lado el propio ego…
Como podrán apreciar, este transitar, se asemeja mucho a un camino espiritual en el que resultará imprescindible el tránsitar de la primer etapa para liberarse de la dictadura de la mente y hacerse consciente de forma tal, en que el pensamiento ya no sea necesario. Es sólo a partir de este segundo estadío en el que la intuición y la visión interna comienzan a funcionar y se hace factible el utilizar las cuerdas como una extensión de nuestra propia energía, en lugar de sentirlas como un elemento más entre tantos otros posibles.

La imitación de tu Sensei nunca debiera ser tu camino
Así como el zen es un método que hace de ti el seguidor y el Maestro a la vez, lo mismo ocurre con el Kinbaku. El Kinbaku Sensei, sólo esta presente para señalar: señales sutiles, muy indirectas. Si estas buscando reglas rígidas en el Kinbaku, estarás buscando en vano. El Sensei no estará para darte ningún criterio sino para hacer que reconozcas tu propio criterio y hacerte consciente de tu propia conciencia intrínseca y de lo que estas provocando en tu compañera/o de cuerdas.
Los Sensei imparten su conciencia y dicen Cita:
Sé consciente de lo que estas provocando y sabrás tomar tu camino y tu propia disciplina en cada momento”
El Sensei no te dará ninguna regla moral ni de disciplina. Simplemente impartirá su conciencia porque sabrá que cualquier mandamiento fijo se convertirá en una esclavitud para ti y no servirá para liberarte. La vida cambia tanto que algo que esta bien en este momento puede no estarlo en el siguiente y tu te verías atrapado en una disciplina estricta. Por esto es que los Senseis sólo imparten su conciencia y te alentarán a que los escuches.
Si bien los diseños de ataduras mas antiguos basados en técnicas de hojojutsu siguen revistiendo un alto nivel de honor en el atado por cuestiones culturales japonesas, (como las mencionadas en Cuestiones de Honor: “El honor del atador es demostrado y reflejado en el tipo de ataduras que propone” del artículo Shibari Kinbaku como Ceremonia: Interacción entre Atadores y Atados (Parte II) los diseños de las ataduras mas modernas van cambiando y adaptándose según las necesidades de cada atador y las expectativas del público.
Un gran Sensei te ayudará a ser tu mismo con tus propios nudos que reflejen tu individualidad, nunca te obligará a seguirlo ya que sólo querrá que lo entiendas. Con el entendimiento basta y sobra. No se necesita nada más. La imitación es un sustituto muy mediocre. Si hay entendimiento no se planteará el dilema entre imitar o seguir al Sensei. Seguirás tu entendimiento una vez aprehendidas las técnicas y siendo consciente de lo que se provoca físicamente. Si sigues el entendimiento estarás siguiendo tu camino y te darás cuenta de que éste corre paralelo al de tu Sensei. Si sigues a tu Sensei y olvidas tu entendimiento tarde o temprano te darás cuenta de que tu Sensei se ha ido y te has quedado en tinieblas. La manera real de seguir a tu Sensei no es seguirlo a él sino a tu entendimiento. Entonces, incluso cuando él se haya ido lo estarás siguiendo, aunque parezca una paradoja. Has de hacer tuyos propios los nudos y no limitarte a repetir lo que otros hacen. Nada puede ser íntimo sin ser personal. Por eso es necesario que asientes tu conocimiento en bases donde apoyarte con firmeza que te hagan consciente, para luego liberarte de la dictadura de la mente y darle espacio a la intuición y a la visión interna con los que harás tu propio camino.
Aunque se considera de honor guardar reconocimiento por quienes nos han mostrado o enseñado diversas técnicas a lo largo de nuestros progresos, este agradecimiento no debiera tener nada que ver con la palabra “deber” (obligación) ni con seguir o imitar a tu Sensei. La gratitud es necesaria, te ayudará a florecer. Pero nunca sigas o imites a tu Sensei sólo por agradecimiento o por deber ya que al hacerlo, destruirás la gratitud. Al florecer en ti la gratitud, ya has comenzado a pagarle a tu Maestro.
Podrás pagarle a cualquiera, excepto a tu Sensei. Porque no es un negocio, no es una mercancía. El te da porque tiene demasiado y no sabe qué hacer con ello, te da porque tiene que dar. De hecho te agradece que lo aceptes. Te agradece que no rechaces su regalo. Podrías haberlo rechazado. Es un intercambio tan profundo que el Sensei agradece al discípulo que el discípulo acepte su regalo y el discípulo agradece al Maestro que le haya considerado digno. Pero no hay devolución, no puedes pagarle. Esto sería casi una profanación, un sacrilegio.
No hagas nada sólo por “deber”. La gratitud hacia tu Sensei debiera nacer, fluidamente de tu amor hacia él. Podrás sentirte alegre de poder todavía demostrarle tu gratitud. Siéntente profundamente agradecido pero sigue tu camino. Intenta crear más conciencia, entendimiento e inteligencia. Irradia con inteligencia para expresar tu agradecimiento hacia él. Sé como una luz para ti mismo ya que nadie mas que tu puede ser tu luz. Debes ser tu propio combustible y quizá así, puedas inspirar a otros a buscar su propia luz.

La elección de tu propio camino
Uno puede comenzar experimentando ataduras con diversas personas o también puede hacerse un caminoautodidacta. Las modalidades en que se ha impartido el conocimiento del Kinbaku han ido cambiando a lo largo de los años. En un principio los Kinbaku Sensei podrían haber tenido preferencias por el tipo de protocolo de dojo o ryo en el que enseñan las artes marciales mas tradicionales. Entonces este tipo de prácticas podrían haber sido sólo impartidas en espacios denominados dojo: escuelas (ryu, con acreditados conocimientos) en los que existe un Sensei impartiendo sus conocimientos hacia sus alumnos.
Los dojos solían construírse pegado a los templos budistas y también eran utilizados como espacios destinados para la meditación zen. Ha sido de costumbre ancestral que tanto en los ryu como en los dojo sea el alumno el que conduzca los rituales soji tanto antes como después de cada clase para mantener el ambiente en condiciones de limpieza y orden. Estos espacios suelen tener específicas normas de etiqueta entre las que se cuentan la forma arquitectónica en que son construidos ya que suelen contar con diversas entradas destinadas para estudiantes, visitantes o Maestros de diferentes rangos.
Hoy en día los Sensei de Shibari y los nawashi en general están prefiriendo flexibilizar sus códigos de conducta de modo tal en que se mantienen aquellas exigencias relacionadas a la cortesía, el respeto, el honor y las buenas costumbres.
Como resultado, en estos últimos tiempos algunos nawashi japoneses han ido formado diversos nawakai: grupos de trabajo al estilo sociedades de estudio de Shibari Kinbaku. La forma en que se trabaja en estos grupos es que los que saben comparten y todos juntos practican dentro de un marco protocolar mas informal fundamentado en valores y códigos más espirituales que militares.
Como todo en la vida, uno puede elegir en que círculos moverse y que tipo de experiencia desea encontrar. Para tomar clases como uchi-deshi(alumno interno viviendo en el dojo o ryo de su Sensei), uno debe primero asegurarse de ser aceptado como su discípulo. La vida dentro del dojo suele ser espartana y cuando uno no esta en clase, suele tener que atender las necesidades de su Sensei al acompañarlo en sus quehaceres, ordenando su jardín zen, ofreciéndole servicios de limpieza, tareas de secretaría o de mensajería,etc. Cuando el Sensei se encuentre mal de salud, no es raro que sea constantemente cuidado y atendido por sus discípulos.

Protocolo básico para alumnos de Shibari Kinbaku
El protocolo básico para alumnos de Kinbaku varía según el criterio de cada Sensei así como también de cada grupo de trabajo. Desarrollaré algunos lineamientos básicos generales que suelen ser comunes tanto para los alumnos soto-deshi (alumno interino que vive fuera) asi como también para los uchi-deshi (alumnos pupilos que viven dentro del dojo).
- Algunos Sensei son un poco mas informales sobre cómo les gusta que los llamen, pero nunca esta demás saber como sería la forma correcta y aceptable en el protocolo tradicional. Al dirigirte al Sensei debes decirle “apellido” Sensei o “apellido y nombre” Sensei. Por ejemplo: Osada Eikichi Sensei, Akechi Denki Sensei o Yukimura Haruki Sensei.
- Se considera casi imperdonable dejar a un Sensei esperando. La puntualidad es muy importante ya que ofrece respeto tanto hacia él como hacia ti.
- Es de costumbre llevarle al Sensei algún pequeño regalo u ofrenda puede ser un dulce o cualquier cosa que uno considere oportuno. Se considera una práctica de cortesía averiguar con antelación sobre los gustos protocolares que el Sensei prefiere.
- Antes de comenzar la clase y al ver que el Sensei esta preparando sus cosas en el tatami, uno puede pedir permiso para entrar a dejarle este presente. A veces uno simplemente lo deja sobre el tatami sin siquiera pisarlo. Otras, cuando el Maestro requiere que nos acerquemos, uno puede acceder al tatami para entregárselo en sus propias manos.
- Recordar que uno nunca debe pisar el tatami con cualquier tipo de calzado puesto. Siempre descalzo.
- Al retirarse del lugar nunca se debe dar la espalda al Sensei y siempre saludar con respeto y una leve reverencia (cada Maestro tiene su estilo y formas pero esta es una de las más clásicas).
- La clase comienza sólo cuando el Sensei esta listo. En general, no habrá aviso así que uno debe estar atento cuando este nos invita al tatami. Siempre entrar descalzos.
- La clase comienza con un saludo al Sensei. Cada cual tiene su estilo pero muchos adhieren al saludo con una leve reverencia ritsurei un poco mas profunda que la que hace el Sensei y mantenerla por uno o dos segundos mas que él.
- Uno puede asistir a clases con su propia doreim-jo m-o(sumisa/o, modelo o compañera/o de cuerdas). Durante una clase el Maestro propondrá diversos ejercicios así como también podría ofrecer alguna charla informativa sobre cierto aspecto que considere oportuno. Aunque se considera que la práctica del Kinbaku esta ligada a nuestras pulsiones eróticas, es de buena costumbre escuchar con atención y realizar las propuestas que el Maestro ofrece, evitando las improvisaciones u otro tipo de actividad complementaria (salvo que así sea requerido).
- Evitar distraer el normal funcionamiento de la clase con ruidos o actitudes frustradas. Ejercita tu paciencia. Si no te sale algún ejercicio espera hasta que algún alumno más avanzado te pueda ayudar o hasta que el Sensei pueda venir a ti. Si el Sensei se toma el trabajo de acudir a ti para sacarte adelante, debes agradecerle y cuando termine su explicación comenzar a practicar en forma repetitiva, aquello que te ha enseñado.
- También se considera de buena costumbre (especialmente si el Sensei todavía desconoce el nivel de habilidad que uno tiene como atador) pedir permiso (o su visto bueno) antes de realizar suspensiones, secuencias de suspensiones o alguna atadura específicamente riesgosa (ya que si algo saliera mal durante su clase, el último responsable sería él).
- Si la clase es compartida con otros estudiantes, es de buena costumbre hacer lo propuesto y esperar pacientemente a que los demás lleguen a cumplir con el ejercicio para que el Maestro pueda pasar y darnos su crítica constructiva. Cada vez que el Sensei termine de comentarnos lo que desee, no dejar de agradecerle, siempre.
- Evitar distraer a los demás alumnos, doreis o mo-jos. Evitar romper el clima de trabajo de la clase en general. El atador siempre es responsable por el comportamiento de su compañera/o.
- Estar atentos y conscientes de nuestros movimientos y los de nuestras cuerdas para no golpear a nadie sin querer.
- Al realizar ejercicios de suspensiones se debe estar atento a los movimientos pendulares de nuestro atado para asegurarnos que no se golpee contra ningún objeto, pared u otra persona.
- Recuerden que para los bakushi las cuerdas son la extensión de su energía y por ende también la extensión de su alma. Procura no pisar las cuerdas de nadie y menos las del Sensei.
- Es considerado un gran honor que nos elijan para adujar las cuerdas del Maestro.
- Es también considerado de honor, ser elegido para desatar algo que el Sensei acaba de mostrar al resto de la clase. El desatado suele ser una excelente oportunidad para repasar y practicar nuestras habilidades de sabaku (correcto manejo de las cuerdas), merihari maai(variación de ritmos, distancias y tiempos tanto en la atadura como los internos de la persona atada).
- Es considerado un honor que el Sensei nos elija para que demostremos frente a la clase una técnica específica. Intenta hacerlo demostrando todo lo que has aprendido de él. Aplica a ese ejercicio no solamente la técnica sino también todos aquellos detalles que has aprendido a lo largo de tu camino con él.

Dicen que…
Dicen que a medida que uno va creciendo como kinbakushi, la guía del Sensei se vuelve más y más silenciosa. Es una paradoja que a medida que uno va aprendiendo a escuchar con humildad, se vayan apagando las palabras de nuestro Maestro. Dicen que quizá sea porque a esas alturas ya no siente necesidad de decirnos nada y que al dejar de lado la mente y el lenguaje, el ser puede comunicarse con el ser en una comunicación directa e inmediata.(*)
… Eso dicen…
(*)”I shin den shin de mi espíritu a tu espíritu. Una enseñanza que se transmite de generación en generación sin error; de Maestro a discípulo, realizada íntimamente.
Tsubaki 

Nota de la Autora: Se considera respetuoso no utilizar términos ni conceptos japoneses para describir prácticas o ataduras occidentales (bondage).

Podrán ver a varios de los Sensei de los que estuvimos hablando en acción en el premiado documental “Bakushi” producido por Ryuichi Hiroki. Aquí les dejo el trailer para que lo vayas saboreando

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Agradecimientos:
Gracias al Sr Osada Steve Sensei de Tokyo (長田スティーブ) por su tiempo, dedicación y sabiduría.
Gracias querido @DEGE por ayudarme a hilar conceptos y simplificar ideas.
Gracias TENTESION por permitir la publicación de la espléndida foto de Kurt Y Osada Steve (長田スティーブ) para ilustrar este artículo
Gracias al Sr @Xenkor y su hermosa thalia_X por permitirme ilustrar este artículo con estas excelentes fotografías.
Gracias a todas las personas que alguna vez confiaron en mis cuerdas y a todos aquellos que consideraron interesante compartir momentos de prácticas conmigo tanto en España como en Argentina.

Fuentes Consultadas:
The Beauty of Kinbaku, Master "K"
Sutra del Corazón, Osho
La Práctica del Zen, Taisén Deshmaru
Dang, Dang, Doko, Dang. Charlas sobre el Zen, Osho
El Canto del Inmediato Satori (Shodoka), Yoka Daishi
El Secreto del Zen. Edición y traducción por Manuel Campillo
El Bushido, El alma de Japón, Inazo Nitobe
El Alma del Samurai, Traducción por Thomas Cleary
El Código del Samurai (bushido Shoshinshu), Traducción Thomas Cleary